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sábado, 27 de julio de 2013

Importancia del examen de pre-compra en los caballos

Importancia del examen de pre-compra en los caballos

Para las personas amantes de los caballos la compra de un caballo es un momento lleno de emoción y de grandes expectativas. Desafortunadamente, muchos caballos después de comprados, no son los más adecuados para los fines y usos previstos que tiene el comprador. Generalmente, esta falta de adecuación se debe a una cojera, a problemas de comportamiento o a trastornos generales de la salud que no fueron notados por el comprador al momento de la negociación.

Antes de realizar la compra de un caballo se debe recabar la mayor cantidad de información posible de éste, para ello es importante consultar con un veterinario de confianza y con experiencia en exámenes de pre-compra. El futuro comprador debe informarle al veterinario cual es el destino o uso que tendrá el caballo a comprar, a saber, deporte, ocio o cría y en función de eso, el veterinario determinará qué tipos de exámenes se deben realizar al caballo. También es importante que el comprador acompañe al veterinario cuando éste realice el examen de pre-compra, de esta manera podría aclarar cualquier duda que tenga sobre el caballo.

El comprador debe tener claro a la hora de comprar un caballo los siguientes aspectos: 1) que el animal debe estar en concordancia con sus necesidades; 2) que en el negocio de los caballos el comprador siempre debe tener cuidado y 3) que el examen previo a la compra es una inversión inteligente que le da tranquilidad, de lo contrario, la compra de un caballo puede transformarse en una experiencia frustrante y desalentadora.

El examen de pre-compra de un caballo tiene un gran potencial conflictivo y la finalidad de éste es que el comprador quede satisfecho y conforme con la compra, lo cual se relaciona con sus necesidades y requisitos. Así mismo, en este tipo de exámenes el veterinario puede verse involuntariamente atrapado en el medio de una disputa que podría terminar en una demanda legal. Por todo esto, es importante una clara y honesta comunicación entre el comprador, el vendedor y el veterinario, la cual debe incluir los siguientes aspectos:
  1. Definir claramente las expectativas y metas del comprador con respecto al caballo.
  2. Determinar las expectativas del comprador con respecto al examen de pre-compra. En este sentido se debe tener en cuenta que los exámenes de pre-compra pueden ir desde lo más básico hasta el empleo de pruebas y exámenes específicos de diagnóstico, lo cual incrementaría los costos. En este sentido, el presupuesto del comprador, el tipo de caballo y el uso al cual estará destinado el animal, juegan papel importante en el tipo de examen a realizar.
  3. Obtener una información completa por parte del vendedor en cuanto al historial del animal (salud, trabajo, etc.). En relación al trabajo y si es un caballo de competición, el nivel de rendimiento, sobre todo el de los trabajos más recientes y la intensidad de éstos. En relación a la salud, cuidados que ha recibido el animal, plan sanitario y problemas de salud y su tratamiento, tales como: vacunaciones, cojeras, cólicos, cirugías, diarreas, tos, infecciones, traumas, etc.

Examen de pre-compra

El examen de pre-compra es un examen clínico detallado que se realiza con o sin la ayuda de cualquiera de los recursos o técnicas de diagnóstico disponibles para tal fin. Estas técnicas se utilizarán como complemento del examen clínico, según el criterio del veterinario y las características del tipo de examen de pre-compra a realizar. Entre las técnicas más utilizadas podemos mencionar los siguientes: análisis de laboratorio (ej. hematología, química sanguínea, test de Coggins, descarte de hemoparásitos, coprología, toxicología), radiología (convencional o digital), ecosonografía, endoscopía (en reposo o en ejercicio), electrocardiografía, oftalmoscopia, termografía, entre otros.

Para poder realizar apropiadamente el examen de pre-compra se debe disponer de ciertas condiciones, a saber: un ambiente tranquilo y libre de ruidos molestos; un área con poca iluminación para realizar la evaluación ocular; un área con piso duro y blando y libre de obstáculos, en la cual se pueda caminar y trotar el caballo, y un área en la que se pueda montar el caballo. En caso de no contar con estas condiciones, se sugiere considerar el traslado del animal a un sitio donde se pueda disponer de ellas.
    
Una vez realizado el examen de pre-compra, el veterinario debe realizar un informe final por escrito, identificando al caballo examinado y detallando los problemas encontrados. Así mismo, el informe debe contener una descripción detallada del caballo (reseña), además de la hora, fecha y lugar de la realización del examen. En este informe es aconsejable no dar opiniones acerca de la conveniencia o no del caballo, lo cual es responsabilidad del comprador. No obstante, el informe debe incluir una opinión sobre el significado funcional de cualquiera de los resultados anormales encontrados al momento del examen.

Es importante que el veterinario realice el examen de pre-compra utilizando un protocolo o una lista, a fin de evitar pasar por alto cualquier aspecto importante o sistema corporal. Los protocolos son variados y los más utilizados son los sugeridos por la Asociación Americana de Especialistas en Equinos (AAEP) y la Asociación Británica de Veterinarios de Equinos (BEVA), aún cuando cada veterinario puede elaborar su propio protocolo, tomando como base su experiencia y otros protocolos sugeridos.

A fin de evitar conflictos de intereses, el veterinario que atiende a un caballo en venta, debe abstenerse de realizar el examen de pre-compra, aún cuando el comprador se lo solicite. En estos casos, el veterinario debe recomendar a otros veterinarios para que el comprador decida quien realizará el examen de pre-compra. Así mismo, toda la información obtenida durante el examen de pre-compra, es confidencial y es propiedad del comprador que solicitó el examen y el veterinario, no debe discutir con el vendedor los detalles de los hallazgos obtenidos en el examen sin la autorización del comprador, así como tampoco con otro comprador, a menos que éste solicite al veterinario realizar el examen de pre-compra en su nombre.
   
En conclusión, la compra de cualquier caballo tiene un riesgo y a fin de disminuir ese riesgo y proteger la inversión, se debe realizar un examen de pre-compra, mediante el cual se logra identificar los problemas existentes o potenciales que el caballo a comprar podría tener, dándole tranquilidad, seguridad y satisfacción al comprador. Por todo ello, la consulta con un veterinario de confianza y con experiencia en la realización de exámenes de pre-compra, es garantía de una buena inversión.

Dr. Ronald G. Holmbak-Petersen Ebner
Médico Veterinario PhD
Profesor Asociado DCV - UCLA
Venezuela

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